Ella temblaba,
Aterrada veía hacia abajo
y desde aquel precipicio
La muerte veía cercana
“Dame el valor, vida,
de aferrarme a ti en este instante”
Rogaba ella entre llantos
que en aquel borde de espantos
se perdían en el vacío
La lluvia que nunca ha faltado
se mezclaba con el frío llanto
y entre lágrimas del cielo
se oían solo sollozos
“Agua que a la vida llamas
¿Por que justo ahora me observas?
¿Disfrutas de mi sufrimiento
o es mi caída que esperas?”
Temblorosa, ya sin fuerzas
se iba a dar por vencida
y justo antes de caer,
Ya comenzando a caer
alguien aló de su brazo.
Maldito sea el orgullo
por no dejar ver que era débil,
Pues sus labios, impulsivos
pidieron que la dejaran
“No”
Solo una palabra
pronunciaron los otros labios
“¿Por qué?”
Chilló en desespero
el alma que batallaba
“Porque no quiero que mueras
Y si debo morir yo por ello
Entonces te encuentro en el cielo”
Palabras, benditas palabras,
Cuando se creía perdida
Devuelven valor a la vida
Y renuevan la esperanza
Ella llorando seguía
en la punta de aquel abismo
pero ahora de manos
tomados uno con el otro
saltaron los dos corazones
Las lágrimas se secaron
y ella aclaró sus ojos,
Se encontraban volando
al lado el uno del otro,
Con alas de amor sincero
que de blanco color pureza
y ardiendo en llamas de fuego
de amor eterno y sincero
vivieron los dos corazones.
Dedicado a ese "Angel" que ha evitado tantas veces que caiga en mi propio abismo