21.12.13

Creo que Te Quiero



Creo que te quiero, porque cuando te pienso en ti, siento una extraña paz, cierta inexplicable armonía interna. Lo creo, porque cuando te veo me emociono, me conmuevo, me siento simplemente dichosa y agradecida por el simple hecho de tenerte en mi vida; porque cuando estoy contigo pienso “éste es un gran día” gracias a que tú estás en él, sin importar lo que pase, sí estás conmigo siempre será un gran día.

Creo que te quiero, porque como un espejo tu sonrisa siempre se refleja en mi rostro. Ver las sinceras comisuras de tus labios y la tierna forma en la que tus ojos se entrecierran; esa dulce y amplia sonrisa, tus dientes, tus labios, tus mejillas. Me es imposible resistirme a corresponder a esa sonrisa. Es por eso que a veces parece que me pierdo en ella, me quedo viéndote fijamente como si tu rostro atrajera como imán a mis ojos de metal y hasta que ese gesto no desaparece no soy capaz de voltear.

Creo que te quiero, y sospecho que un poco más que solo eso, cuando me sorprendo a mí misma buscando excusas para tomar tu mano sin que descubras que te quiero, y experimento un leve éxtasis al sentir el calor de tus dedos, que por unos segundos me abrigan y protegen. Con nuestros dedos entrelazados viajo a un lugar distinto, hermoso, pacifico. Me niego a soltarte, pero lo hago, tras unos pocos segundos lo hago, antes que descubras que te quiero.

Te quiero. Lo sé por lo feliz que soy contigo, especialmente cuando nuestras risas se funden en una sola – esos momentos en los que no sé si reímos por la misma cosa o simplemente yo lo hago para ocultar los nerviosa y feliz que estoy cuando tu ríes – y sé que estás disfrutando de mi compañía. Comienzo a imaginar que quizá tú también puedas quererme.

A veces, mi corazón enloquece y comienza a gritar lo mucho que te quiero. Salta y grita tan fuerte que temo que lo hayas escuchado alguna vez. Cuando estamos solos, cuando bailamos juntos, cuando me dices cosas que me hacen pensar que me ves como alguien especial en tu vida; cuando eso pasa, simplemente no puedo controlarlo, aunque lo intente con todas mis fuerzas. He llegado a pensar que, algún día, si no logro apaciguarlo, mi corazón va a salirse por mi garganta  para decirte el mismo “Ella te quiere”

Tanto te quiero que a menudo pienso en ti, en tus ojos, en tus labios, en tus manos, en tu manera de ser, y sin darme cuenta termino soñando con tus besos. Los he soñado tanto que, sin probarlos, he memorizado su sabor y textura; tanto que podría enumerarte tus puntos más débiles sin haberlos explorado más que en un sueño.

Te amo, o al menos eso creo. Siento por ti algo que nunca he sentido por nadie; algo que simplemente no sé cómo describir en palabras, porque “te quiero” no es suficiente, es más complejo que un “te amo” y tengo miedo de decir que se trata de un plan del destino, pero, a veces, así lo pienso.

Te quiero. Quiero decirte que te quiero. Quiero escuchar de tus dulces labios que tú también me quieres. Más que nada, quiero tener y no tengo el valor para decirte de frente “Te quiero”

22.10.13

"Porque Así Debe Ser" Relato de un niño


¿Por qué los adultos son tan extraños?


  Siempre he sido una persona muy observadora, incluso a veces logro ver cosas que los demás, aunque lo intenten, no notan. Creo que es porque toda mi vida me he negado a creerle a los adultos cuando me dicen que algo no existe o que está mal. 

    Los adultos son muy extraños, suelen decir cosas como “Cuando seas grande lo entenderás” pero yo creo que los que no entienden son ellos. Cuando los adultos hacen las cosas no les importa si es lo correcto o no, si es lo que hará feliz a más gente o no, en muchos casos tampoco les importa lo complicado que puede ser; todas sus decisiones las toman por el mismo motivo: “Porque así debe ser”. Yo creo que esa es solo una excusa, que solo lo dicen para no decir la verdad porque ésta los avergüenza. 

        Una vez estaba viendo la televisión con mi madre e interrumpieron el programa por una noticia de última hora. El ancla de noticiario decía “La guerra entre estos países…” – cuyos nombres no recuerdo y tampoco son relevantes – “…ha dejado como consecuencia millones de damnificados y una cantidad significativa de muertes…” Como había muchas cosas de esa noticia que yo no entendía comencé a preguntar.

 – Mamá ¿Qué son damnificados?

 – Son personas que han sufrido un daño muy grave. 

– ¿Y por qué? – Seguí preguntando como cualquier niño curioso haría.

– En este caso ¬ Contestó mi madre con mucha paciencia – Porque esos dos países están peleados y cuando uno ataca al otro le hacen daño a la gente y destruyen sus casas. 

     Me quedé pensando en silencio durante un momento. Mientras más preguntaba más dudas venían a mi cabeza. 

 – Mamá… 

      Mi madre intentó disimular un gesto de impaciencia; ya se estaba aburriendo de mis preguntas, pero, como buena madre, intentaba explicarme amable y correctamente todo aquello que no comprendía. 

– ¿Toda la gente que vive en esos países está peleada? 

– No, solo los presidentes. 

– ¿Y ellos por qué pelean? 

 – Pelean porque piensan diferente y quieren que el otro piense igual o haga las cosas de la misma manera. 

       Callé otra vez. Cada vez entendía menos. Después de un buen rato en silencio intentando comprender lo que a mi madre le parecía tan razonable finalmente dije: 

– Esos presidentes son unos idiotas 

     Mi madre se horrorizó al escucharme decir tal barbaridad, sus ojos se abrieron como platos y tomó aire preparada para reprenderme; sin embargo, yo la interrumpí y continué hablando con mucha firmeza. 

– Todo el mundo piensa de manera distinta. Sería una tontería esperar que todos fuésemos exactamente iguales. El mundo sería aburridísimo. 

     Las palabras de represaría se habían quedado atascadas en su garganta. Ella, estupefacta, no sabía cómo contradecir mi afirmación. 

– Y no son sólo idiotas, también son cobardes y egoístas – Continúe – Aunque tuviese sentido pelear por algo así, entonces son los presidentes quienes deberían lanzarse bombas entre ellos en lugar de hacerle daño a la gente que no tiene nada que ver con sus problemas personales. Deberían resolver sus problemas ellos mismos. 

     Mi madre no sabía que decir pero se veía que no estaba del todo de acuerdo.

 – Yo también pienso distinto a ellos, entonces deberían pelear conmigo también – Concluí 

     Hubo unos segundos de silencio. Yo permanecía firme con respecto a lo que acababa de decir. Para mí no había una verdad más lógica que esa. Mi madre, en cambio, parecía consumida por la confusión. 

– Es… Es complicado – Me contestó ella finalmente y luego no volvimos a hablar del tema. 


     Cuando los adultos hacen las cosas no les importa si es lo correcto o no. Ellos siempre dicen que hacen las cosas de esa manera “Porque así debe ser” pero yo sé que esa no es la razón. Ellos toman sus decisiones sólo por dos motivos: Por miedo y por orgullo. 

      ¿Por qué los adultos son tan extraños?

31.3.12

Señorita Inspiración (por Nerwis G. Olivar)


-         -- Lamento llegar tarde, sé que llevas tiempo esperándome, pero para mí es duro venir a --despedirme. No, no te levantes, esto no tardará mucho.
-          --¿Por qué haces esto?
-          --Porque mi presencia ya no es necesaria
-          --¿Qué te hace pensar eso?
-          --Tu actitud
-          ¿tanto he cambiado?, sigues ocupando un gran lugar en mi corazón
-          --Un lugar no es suficiente, desde que ella apareció, no soy necesaria.
-          --¡Ella no es tu rival!
-          --¿Qué no te das cuenta? Es a ella quien le escribes.
-          --Ella te representa a ti, tú eres parte de ella.
-         -- No, no es así, yo solía ser la única ¿sabes?,  la especial, tú me escribías, tú me elogiabas; pero luego ella apareció, un día de diciembre ella te cautivó, y yo pasé a segundo plano.
-         -- Tal vez tienes razón, pero ella solo es tu materialización, ella está en este mundo, aunque al ---igual que tu está muy lejos de mí.
-          --¡Lucha por ella!
-          --¿Para qué? Ella no me querrá
-          --¿Y te vas a rendir?, ese no es el poeta que conocí
-          --¿Poeta? No soy más que un soñador, tú eras quien inducía que yo escribiera algo. Desde que te fuiste no escribo lo que me gusta y no me gusta lo que escribo
-          --Pero ella está allí, escríbele
-          --No puedo, me faltas tú, señorita inspiración
-          --Señorita sí, pero inspiración ya no. Al menos no la tuya, ella me ganó, ella es tu señorita inspiración
-          --¡No quiero  que te vayas!
-          --Si no me voy no iras por ella, y ella se merece un poeta como tu
-          --¡No soy poeta, soy escritor!
-          --Si escribes con el corazón para mi eres poeta
-          --¿Entonces es un adiós?
-          --Es más que eso, decir hasta siempre es mejor.

Eso fue lo último que me dijo la ahora señorita esperanza, antes de esfumarse frente a mí. Quiero creer que no se fue y aun la espero, pero estoy comenzando a creer que es verdad lo que me dijo, debo ir por ella ¡reuniré el valor! Debo ir por esa que me cautivó el corazón, ¡prepárate que por ti voy!, señorita inspiración.

16.3.11

Justo Antes de Caer



Ella temblaba,
Aterrada veía hacia abajo
y desde aquel precipicio
La muerte veía cercana
“Dame el valor, vida,
de aferrarme a ti en este instante”
Rogaba ella entre llantos
que en aquel borde de espantos
se perdían en el vacío

La lluvia que nunca ha faltado
se mezclaba con el frío llanto
y entre lágrimas del cielo
se oían solo sollozos
“Agua que a la vida llamas
¿Por que justo ahora me observas?
¿Disfrutas de mi sufrimiento
o es mi caída que esperas?”

Temblorosa, ya sin fuerzas
se iba a dar por vencida
y justo antes de caer,
Ya comenzando a caer
alguien aló de su brazo.
Maldito sea el orgullo
por no dejar ver que era débil,
Pues sus labios, impulsivos
pidieron que la dejaran

“No”
Solo una palabra
pronunciaron los otros labios

“¿Por qué?”
Chilló en desespero
el alma que batallaba

“Porque no quiero que mueras
Y si debo morir yo por ello
Entonces te encuentro en el cielo”

Palabras, benditas palabras,
Cuando se creía perdida
Devuelven valor a la vida
Y renuevan la esperanza

Ella llorando seguía
en la punta de aquel abismo
pero ahora de manos
tomados uno con el otro
saltaron los dos corazones

Las lágrimas se secaron
y ella aclaró sus ojos,
Se encontraban volando
al lado el uno del otro,
Con alas de amor sincero
que de blanco color pureza
y ardiendo en llamas de fuego
de amor eterno y sincero
vivieron los dos corazones.

Dedicado a ese "Angel" que ha evitado tantas veces que caiga en mi propio abismo

11.3.11

La Caja

Algo triste escrito en un momento emocional descrito aqui en forma de metafora.

¿Qué valor tiene una vida? ¿Por cuánto tiempo la recordarían?

Haré una caja con sueños e ilusiones y la llenaré del mundo como es en mi fantasía, perfecto; La decoraré con colores brillantes que transmitan inmensa alegría cerrando paso a los pensamientos tristes y dibujaré adentro los retratos de aquellos a quienes amo tal como siempre quiero recordarlos, así jamás me sentiré sola. La gente comenzará a acercarse a ver la curiosa y llamativa caja.

Llevaré la caja a una playa tranquila, donde se escuchen las gaviotas y el sonido de las olas y el aire sea puro con ese relajante aroma a mar que tanto amo. Afincaré bien la caja en la arena para que no se mueva y le abriré un diminuto agujeró en el lugar exacto para que desde adentro se pueda ver el crepúsculo todos los días, a la misma hora; y finalmente entraré en la casa sellando luego la tapa. Mis seres queridos comenzaran a preocuparse.

Entonces me daré cuenta de que no hay luz en la caja, solo en los minutos en los que se ve el crepúsculo y entonces es cuando podré ver los retratos. En las noches en las cuales crese la luna la marea rosará la caja y arrastrará un poco la arena, quedando así la caja sin soporte. Algunos amigos se preocupan por mi ausencia.

Cuando el viento sople fuerte cubrirá de arena el agujero acortando mis minutos de luz diarios, pero será mejor, pues es calor habrá hecho que lentamente la pintura se corra dando un tono de sufrimiento a los rostros que me observan desde las paredes. Mi piel se tornará e irritada pálida y no distinguiré si la humedad en el piso es a causa de las olas o son mis lagrimas caídas. Cada vez menos personas se acercan a ver la caja.

En las noches los ruidos del mar parecerán más bien gritos de lamento y con la luna ya crecida una ola de marea alta se apropiará de la caja.  Con el agujero ya cerrado no distinguiré nada, ni mi piel ni las pinturas, solo sabré que me duele y que me siguen observando con miradas tan deformadas que solo transmitirían desgracia. Junto a mi se pierde en el mar y ya nadie se preocupa por volver a ver la caja.

¿Qué valor tiene una vida? ¿Por cuánto tiempo la recordarías?

28.1.11

Amor, ardor eterno.

Inspirado en los clasicos de Shakespeare cuyas manos llenas de tinta escribieron la mas bella poesia jamas creada. 

- El: Ah, cuanta dicha, cuanta hermosura, cuan bella es tu mirada más allá de tus ojos; mirada que me hipnotiza y me quita el poder sobre mi cuerpo. Mi pecho encendido en fuego ardiente que quema mi garganta dejándome sin habla y con sus llamas incinera mi alma quitándome el aliento en un breve único suspiro.

- Ella: Basta, no digas más palabras, mi pecado no lo merece.

- El: ¿Pecado? ¿Llamas pecado a tu belleza o a tu hechizo que me ha atado de manos y debilitado mis rodillas teniéndome aquí incado y rogando a tus pies por tu cariño?

- Ella: No es hechizo sino brujería, magia negra hecha por una bruja para desangrar tu corazón lentamente.

- El: Así seas súbdita del diablo como ángel te ven mis ojos y os ruego no te detengas pues si no eres tú quien rompe mi corazón entonces seré yo mismo quien con arma blanca lo atraviese lentamente.

- Ella: ¿Acaso disfrutas del sufrimiento?

- El: Sufrimiento sería para mí tenerte lejos.

- Ella: ¡Basta! Tus palabras atormentan mis oídos.

- El: ¿Te causo dolor?

- Ella: Tanto que me es difícil contener las lágrimas.

- El: No entiendo por que algo tan puro llama a tu llanto.

- Ella: Entonces eso lo empeora pues significa eres libre de pecado y por ello jamás has sentido tal culpa. Mi alma es indigna y sucia, miserable ante la tuya. No merezco tu respeto y mucho menos tener tu amor en mis deformes manos.

- El: Si el problema es mi pureza entonces pecaré.

- Ella: Por una causa así solo te haría más noble.

- El: Entonces con mis labios robaré tu pecado y lo haré mío.

2.12.10

Pequeño Niño Alado

Pequeño niño alado…
¿Recuerdas cuando estabas en la flor de tu niñez? Tu soñaste que volabas y te crecieron alas, soñabas con alegría que volando podrías llegar a donde fuera; y que tu pequeña pelota de goma color rojo carmesí rebotaba tan alto que una vez llegó a la luna, jugó con los lunáticos y cuando se aburrió volvió a saltar hasta la tierra, cayendo justo en tus tiernas manitas.

Espero que tampoco hayas olvidado como la vida te hacía sonreír. A pesar de que sabías que era dura, que existía la injusticia para aquel que creía en ella, que te golpea fuerte para que no quieras seguir adelante; tu mirabas a la vida con un expectante y esperanzado brillo en los ojos, siempre aferrado a tus alas y diciéndote a ti mismo  que sin importar cuan fuerte fuese el viento en tu contra tu seguirías adelante con una sonrisa.

No querías dejar de ser niño. A veces, cuando pensabas en crecer, sentías miedo, no a las responsabilidades ni a madurar, sino a cambiar tu manera de ver el mundo. Te prometiste a ti mismo que sin importar lo que pasara no te permitirías cambiar y llegarías volando hasta ver lo que hay mas allá del horizonte, como siempre lo habías soñado.

Pasaron unos años. Comenzaste a dudar que tu pelota de goma color rojo grisáceo, ahora desinflada, remendada y sin capacidad de rebotar, hubiese jugado con los lunáticos para luego solo volver. De vez en cuando perdías la sonrisa y la cambiabas por una mirada triste porque pensabas que quizá, solo quizá, el horizonte estaba demasiado lejos pero aun así estabas loco por crecer y entonces poder intentarlo. Poco a poco tus plumas comenzaron a caer.

Un día despertaste y pensaste en el futuro, te dijiste a ti mismo que no valía la pena volar tan lejos – además de estar seguro de que no ibas a poder –  solo para saber que habría después. Te levantaste y con tus opacos ojos viste en el espejo como tu rostro estaba tieso y tus antes tan hermosos hoyuelos habían desaparecido. Luego te diste vuelta y notaste tu cama llena de plumas, pensaste “Ha de ser la almohada que está perdiendo el relleno”, mientras en el espejo tu espada se reflejaba y la ausencia de tus alas se hacía notar. Habías muerto pequeño niño alado;  y ahora no eras más que el fantasma de tu risa y un vago recuerdo de tus sueños.

Ya ni siquiera te  recordabas, no eras la misma persona y tu peor temor se había vuelto realidad ante tus ojos sin que pudieras evitarlo. Intentaste entrar en razón pero no pudiste, no habrías los ojos, seguías como un zombi caminando entre la multitud, sin sueños, sin alegrías, sin saber porque seguías caminando; y cuando veías a otros pequeños niños alados solo les decías “La vida es dura, vete acostumbrando” y así ibas quitando, casi por envidia, algunas plumas de sus alas.

Tú, fantasma de niño alado, jamás paraste de luchar por revivir, pero perdías cada vez más tu fuerza aunque tu espíritu se mantuviera inmutable. No te escuchaste hasta que fue muy tarde. Miraste hacia atrás y te diste cuenta de que habías muerto – porque hasta entonces no habías caído en la cruda verdad – que las plumas que encontraste eran tus alas las cuales habías olvidado que alguna vez tuviste. Corriste a jugar con tu pelota pero no era más que un irreconocible cuero, dijiste “Lo lamento pequeño niño alado, por haberte asesinado  sin compasión” y te diste cuenta de que a pesar de lo ilógico que parecía, llegar al horizonte era lo único que te habría hecho feliz.

Yo soy apenas una pequeña niña alada que cada vez  pierde más plumas pero siempre las vuelve coser. Lo sé, sé que no es fácil seguir luchando contra el viento, seguir creyendo en lo imposible y lo ilógico, seguir soñando ciegamente sin temer las consecuencias; pero mientras pueda seguiré sonriendo y mientras siga creyendo podre sonreír.

Dedicado a todos aquellos niños alados y fantasmas de niños alados que alguna vez soñaron con el horizonte

17.10.10

Inminente

 Esta "historia" esta basada en 4 sueños de 4 personas diferentes (incluyéndome). Cuando dijimos nuestros sueños no sabíamos para que era y casualmente tres de nosotros contamos una pesadilla, al unirlos nació esto

http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2005/02/13/1108277489_0.jpgGrité, mi corazón latía más rápido que nunca y no podía borrar de mi mente la imagen del rostro de mi madre, sufría, agonizaba. Yo sudaba por el calor del fuego y no me acostumbraba la idea de que era solo un sueño. Es que era tan real, el edificio en llamas y yo viéndolo, sabiendo que ella estaba allí, sabiendo que no podía salvarla, habiendo tenido el mismo sueño que no me dejaba dormir todas las noches. Entonces me di cuenta de que seguía estando en el piso de arriba de ese autobús turístico al cual mi hermana - la guia - me había invitado.

Ella señalaba cada monumento y cada pueblo al mismo tiempo que el viento jugaba con los risos de mi hermanita, o como me gustaba llamarla desde que eramos niños "ratita". Yo no lograba entenderla mucho pero aun así seguía intentando y veía a donde ella señalaba, por ejemplo, esas casas que apenas se divisaban desde allí y con las cuales me distrage por completo.

En ese instante se escuchó el escalofriante y seco sonido de un disparo que me hizo volver en mi. Tenia la piel de gallina ¿Que pasaba? no lo entendía. El agonizante cuerpo de mi primo se retorcía a mi lado.
"Fallé" Dijo una voz "Era al de la gorra, idiota" dijo otra.

¿Al de la gorra? el único con gorra allí era... ¡Era yo! Se me congeló la sangre y mi corazón se paralizó por completo, sentía como la calle se parecía hacer más y más larga como resultado de mi miedo. Otro disparo, venían de los lados del autobús, eran dos motorizados que nos tenían acorralados, desesperado salté impulsivamente por la parte de atrás esperando que mis perseguidores no lo notaran y poder escapar pero no preví lo inminente. 

Justo cuando salté sentí que volaba, la calle desapareció y comencé a caer en ese infinito, frió y oscuro agujero.

Nunca tuvo un nombre... Algo que encontré en mis recuerdos

Esto lo escribí a los 14 años y apenas recordaba que existía. Cuando lo encontré hace pocos días me pareció muy interesante ver como mi redacción e incluso inspiración habían
cambiado tanto, es como mirarme a mi misma en un espejo pero en el pasado ¿me explico?. En realidad casi no recordaba lo que me había llevado a escribirlo pero si se que no estaba deprimida en ese momento a diferencia de lo que muchos pueden pensar, solo expresé mi realidad y mi forma de pensar en aquel momento por medio de metáforas y podría decir que esta fue la primera vez que realmente plasmé en una hoja lo que no me atrevo a expresar en voz alta.

    No se escuchaba  más que la tenebrosa brisa que pasaba entre las ramas de los arboles moviéndolas y haciéndolas chocar unas con otras, susurrando aquel escalofriante e insoportable ruido que produce terror a cualquier ser viviente capaz de sentir o pensar. El movimiento conjunto de las sombras de los arboles unido a los sonidos que dicho movimiento producía hacían parecer que había una parecencia infernal, la cual, a ciencia cierta, no se podía saber si existía o no,

    Facilmente podía sentirse el aire de desaparición cuando sobre su cabeza comenzaron a caer una tras otra pequeñas gotas de un intenso color rojo carmesí, las cuales resvalaban por las hojas desde las mas altas hasta caer en el suelo, o en este caso, en sus negros cabellos.

    Al ver la sangre supo inmediatamente que iba a morir y notó que nada valía la pena en ese instante, su muerte no se haría notar si ocurría ahí y de esa forma ¿Valía la pena luchar por vivir?

    Continuó soplando el viento, cayendo la sangre, desgorrándose las esperanzas que alguna vez existieron, hasta que de repente fue demasiado tarde.


Creo que no era muy optimista en ese momento... 
...o  estaba pasando por algo difícil.

De Donde Viene La Nieve

Inspirado en la canción de Laura Pausini "Alzando Nuestros Brazos"


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioLnbDg9dggT6imMzKBQTFgB62s6x8k3KRdbvJQzyBm_56BYw-gYwzO9Ntna2BsFcn52fn6qeEkkoxK8lLP-hbXG_PHL8_UeCq9ord_RW_SyUFmGmKUZdF3T26QHwbx-FNCkGXEFR_RDzK/s320/lluvia+tras+el+vidrio.jpgLas gotas de lluvia caían y resvalaban por el empañado vidrio de mi auto, chocando unas contra las otras de manera desordenada y haciendo parecer que era una pelea lo que ocurría entre ellas. El limpia parabrisas apenas lograba quitar el agua de mi vista por dos segundos así que no ayudaba demasiado a mi visión del camino y mientras los cristales líquidos seguían cayendo aquella fría y húmeda mañana, yo sentía una estaca clavada en mi garganta que no me permitía hablar ni me dejaba tragar el llanto que por algún motivo había despertado conmigo ese día.
Siendo sincera no era aquella la primera vez que despertaba con este sentimiento, yo era una mujer sola, viuda y sin hijos a los treinta años de edad y el sentir ese agujero negro en el pecho es algo que ninguna mujer debería vivir.

Entonces comencé a ver a través de la lluvia una imagen borrosa, como una pequeña nube de varios colores que caminaba a mi lado. Bajé el vidrio y vi, junto a mi, a un niño de no más de 6 años. Su camisa empapada y rota junto con su jean en las mismas condiciones eran lo único que lo cubrían de la lluvia, su mandíbula temblaba por el frió, su nariz esta roja y su mirada baja; aquel niño inspiraba en cualquiera el mas profundo sentimiento de lástima.

Le pregunté a donde iba, él no dijo nada.

- ¿Donde están tus padres? - dije. El se mantuvo callado un momento y luego, con una entrecortada y muy aguda voz contestó "No tengo"

Mi corazón se entumeció, aquella frase me hizo olvidar todo lo que a mi me pasaba. Le dije al pequeño que subiera y lo lleve a casa, "al menos hasta que deje de llover" pensé.

- Mi nombre es Alejandro - Comenzó a comentarme el niño que estaba sentado a mi lado - Me llaman Ale y... estoy buscando el lugar de donde viene la nieve.

De sus brillantes ojos con pestañas larga brotaron un par de lágrimas. Él era tan débil e indefenso, sentía la necesidad de protegerlo, como una desesperación; y sus lágrimas hicieron que la estaca en mi garganta se clavara aun más. Me aferré al volante e intenté disimularlo.

- Mi abuela me decía que alzara los brazos cuando nevaba porque los copos de nieve eran las caricias de mi mamá que me ve desde el cielo.

Yo estaba a punto de llorar con él. Mi corazón latía tan rápido como el aletear de un colibrí e intentando no pensar en la estaca musité "lo siento pero estamos en junio , es imposible que nieve"

- Pero esta lloviendo - contestó - mamá llora porque no puedo encontrar la nieve.

Llegamos a casa, tomo una ducha y le di un conjunto que pensaba regalarle a mi sobrino. Ale se quedo dormido en la sala y a la mañana siguiente lo único que había sobre el sofá eran unos cuantos copos de nieve. Espero verlo de nuevo algún día para preguntarle si logro encontrar de donde viene la nieve.