26.8.10

No les basta con mis lágrimas

Estoy sola, sola y en la interminable oscuridad del frio que se apodera de mi cuerpo; y mi esperanza agoniza mientras pelea  contra su dolorosa muerte. Caigo en un infinito agujero y mientras más bajo más difícil es salir de él, soy empapada con mis propias lágrimas, rasgada por mis propias uñas, golpeada con mis propios nudillos ya cansados de luchar contra la tristeza y una sutil voz casi extinta me dice que no volveré a ver la luz sin antes tocar el fondo del este hoyo – que, como ya había dicho, es infinito –.

Siento los fantasmas a mí alrededor, ellos me miran, me compadecen, se burlan y algunos se alimentan del poco aliento que tengo en mi pecho impidiéndome respirar. Creo que no saben que los veo, o tal vez si sepan pero no les importa, muy pocos buscan de esconderse tras delgadas y casi transparentes telas de seda pero estos son los que mas daño me hacen, los que mas deseo que se vayan, o al menos no poder ver a través de esas finos e inútiles mantos.

No dejo de sentir que caigo pero ya no estoy segura de si lo hago, no hay nada que me diga si sigo bajando además del sentimiento creciente de tristeza. Todo se ve igual, tanto arriba como abajo, creo que es una ilusión y solo estoy varada en el vacio y esa pequeña luz de la superficie no es más que producto de mi mente que intenta convencerme de que aun puedo salir, lo cual me cuesta creer.

Ahí esta de nuevo, esa risa fingida que tanta odio, no importa que intente mostrar felicidad pues evidencia la tortura que es para mi misma solo pensar colocarme esa mascara y reír cuando aquí dentro estoy llorando. Estúpidos son todos los que no notan que finjo pero no tanto como los que saben que sufro por ellos y con sus más afiladas dagas me apuñalan solo porque con mis lágrimas no les vasta, ellos quieren ver mi sangre.

A pesar de la oscuridad se que mi rostro esta pálido, mis manos tiemblan por el frio intenso que va desde mis uñas, pasando por mis brazos, entumeciendo mis piernas y congelado mis pulmones; se también que mis ojos están rojos y mis heridas frescas, mi corazón algo roto y mi garganta sin voz. No soporto mas el frio, no quiero mas fantasmas a mi alrededor y necesito un pequeño rayo de luz que de diga que el sol aun existe, que solo esta apagado para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario